En el programa Revista 110, el periodista reflexionó sobre la coyuntura política que enfrenta República Dominicana tras los escándalos de corrupción asociados a Odebrecht y el proyecto Punta Catalina. Explicó que si se llegara a demostrar que el presidente Danilo Medina negoció directamente con la entonces mandataria brasileña Dilma Rousseff la adjudicación del proyecto, su permanencia en el poder sería insostenible. Advirtió que sectores políticos locales, tanto de derecha como de izquierda, estarían intentando replicar en el país un “golpe judicial” similar al ocurrido en Brasil con la destitución de Rousseff.
El comentarista contextualizó la situación como el fin de una era política, señalando que el Partido de la Liberación Dominicana (PLD) atraviesa una etapa de desgaste comparable a la transición que vivió el país tras la muerte de los grandes líderes del siglo XX. Destacó que los movimientos opositores buscan debilitar al gobierno mediante denuncias de corrupción en Punta Catalina, más que por convicción ética, por ambición de poder. “No quieren ganar las elecciones limpiamente, quieren tumbar el gobierno repitiendo el modelo brasileño”, expresó.
El periodista insistió en que el peligro no reside solo en la posible vinculación de Medina con Odebrecht, sino en la desestabilización institucional que podría derivarse de un proceso judicial manipulado políticamente. Llamó a la ciudadanía a mantenerse alerta ante cualquier intento de sustituir la voluntad popular por maniobras de poder disfrazadas de justicia. “Brasil no ganó con ese golpe, retrocedió”, concluyó, subrayando que República Dominicana debe evitar repetir ese error histórico.