“El día que enterré a mi hija, llevé a Mauricio al colegio. No lo iba a dejar solo, él había perdido a su hermana, a su mejor amiga. No iba a permitir que también perdiera a su mamá”.
Así, desde el dolor más profundo de su existencia y la prueba más inverosímil en su matrimonio de nueve años, Paola Checo y Christian Molina, ambos abogados de profesión, van componiendo los retazos de una vida que les cambió de golpe, desde que el mundo se les paró aquel 26 de marzo del 2022, cuando cayeron en cuenta de que Valeria Paola, su primogénita de 5 años había muerto.
En este testimonio, junto a la compañía de la doctora Rosa Mariana Brea, especialista en duelo, nos cuentan cómo a pesar de la terrible pérdida de un hijo, se puede sobrepasar la tragedia y seguir viviendo con propósito.
La pérdida de un hijo conlleva desafíos emocionales, como el intenso dolor y el proceso de duelo. Los padres pueden experimentar sentimientos de culpa y autorreproche, así como dificultades en las relaciones familiares y de pareja.
Además, la salud mental y física puede verse afectada, con síntomas de depresión, ansiedad y agotamiento. La sensación de aislamiento y la falta de comprensión por parte de otros también pueden ser retos significativos.
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