En el marco del Día Internacional de Acción por la Salud de las Mujeres, organizaciones feministas alzaron su voz este miércoles para exigir al gobierno dominicano que ponga fin a las detenciones y deportaciones de haitianas embarazadas y parturientas, calificando esta práctica como “una violación inhumana a los derechos más básicos”.

Durante una manifestación, representantes de varios colectivos denunciaron la presencia de agentes de Migración en hospitales públicos, y demandaron que se respete el derecho universal a la salud, sin importar nacionalidad. “No es posible que en pleno siglo XXI, y en un día como hoy, República Dominicana esté deportando a haitianas embarazadas en labor de parto y hasta a recién nacidos”, reclamaron. Las activistas también señalaron que culpar a las extranjeras por la crisis del sistema sanitario es una distracción, y que las verdaderas fallas radican en la gestión y falta de insumos. “Aquí ni siquiera las dominicanas accedemos a servicios dignos. Lo que destruye el sistema no son las parturientas haitianas, es el abandono institucional”, afirmaron.

Situación migratoria de haitianas en RD

La deportación de mujeres haitianas embarazadas y parturientas en la República Dominicana ha generado una ola de críticas por parte de organismos de derechos humanos y organizaciones feministas, quienes denuncian que estas acciones vulneran derechos fundamentales como el acceso a la salud y la protección durante el embarazo. En muchos casos, estas mujeres son detenidas en las inmediaciones o incluso dentro de hospitales públicos, interrumpiendo sus procesos de atención médica y exponiéndolas a riesgos graves tanto para su vida como para la de sus hijos. Estas deportaciones ocurren a pesar de que organismos internacionales han advertido que expulsar a personas en condiciones de vulnerabilidad extrema, como es el caso de mujeres en labor de parto, puede constituir una forma de trato cruel, inhumano o degradante.

Activistas y defensores de los derechos de las mujeres han exigido que se detenga esta práctica y que se respete el derecho a la atención médica digna para todas las personas, sin discriminación por su estatus migratorio. Señalan que la presencia de agentes de migración en hospitales crea un clima de miedo e intimidación, que disuade a muchas mujeres haitianas de acudir a los centros de salud, agravando su situación de salud materna. Además, afirman que responsabilizar a estas mujeres por las deficiencias del sistema sanitario es injusto y desvía la atención de los problemas estructurales reales, como la falta de inversión y planificación en el sector salud.