Un joven fue condenado a siete años de prisión en Puerto Plata tras ser hallado culpable de un supuesto atraco a un negocio local. Sin embargo, la sentencia ha generado fuertes reclamos por parte de familiares y comunitarios, quienes aseguran que no existían pruebas suficientes para sostener la acusación. La madre del imputado sostuvo que el proceso estuvo marcado por la influencia del denunciante, propietario del negocio, lo que a su juicio habría inclinado la balanza en su contra.

De acuerdo con testimonios, desde el inicio del caso la defensa del joven advirtió que no había elementos contundentes que demostraran su participación en el hecho. Aun así, el tribunal emitió la condena, lo que desató indignación en la comunidad que considera que se trata de una injusticia. “Lo sentenciaron por un crimen que no cometió”, insisten allegados, quienes acudieron a la audiencia en señal de apoyo.

La situación ha motivado llamados a revisar el expediente y garantizar el debido proceso. Líderes comunitarios han manifestado su preocupación por la posibilidad de que se estén imponiendo condenas sin pruebas sólidas, lo que, según advierten, erosiona la confianza de la población en el sistema judicial. El caso continúa generando debate y mantiene en expectativa a la sociedad puertoplateña.