Los jueces de la Tercera Sala de la Corte de Apelación del Distrito Nacional dieron inicio al conocimiento del recurso de apelación interpuesto por Argenis Contreras, condenado a 20 años de prisión por el homicidio y ocultamiento del cadáver del abogado y catedrático universitario Junior Ramírez.
La defensa de Contreras, encabezada por el abogado Plutarco Jaques, solicitó la anulación de la sentencia alegando que su cliente fue condenado únicamente con base en pruebas indiciarias o circunstanciales. Jaques resaltó que Contreras es el único que guarda prisión, mientras que los demás implicados en el caso fueron descargados.
El letrado explicó que la condena se fundamentó en la supuesta coincidencia de la ubicación del celular de Contreras con el vehículo donde ocurrió el crimen. Sin embargo, aseguró que el mapeo de la geolocalización demuestra que su cliente estaba en la Urbanización El Cacique a las 4:26 de la tarde, mientras que las cámaras del 911 registraron la salida de la yipeta a las 4:28.
Según la defensa, esta contradicción invalida el principal argumento del tribunal. “Si se hubiera evaluado correctamente la evidencia, no podían tener ese argumento para condenarlo”, afirmó Jaques.
El conocimiento del recurso fue aplazado debido a la suspensión de labores en la Suprema Corte de Justicia por las condiciones climáticas. La audiencia continuará el próximo viernes 31 de octubre.
Muerte de Junior Ramírez
El asesinato del abogado y catedrático universitario Junior Ramírezocurrió en octubre de 2017 y conmocionó a la sociedad dominicana. Ramírez, quien también era dirigente político y profesor de la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD), fue hallado sin vida en un arroyo de Santo Domingo Oeste con signos de violencia y atado con cadenas. Las investigaciones señalaron que el crimen estuvo relacionado con denuncias de corrupción en la Oficina Metropolitana de Servicios de Autobuses (OMSA), donde el jurista habría estado recibiendo presiones.
El proceso judicial estuvo marcado por acusaciones de encubrimiento y presuntas irregularidades en la gestión de pruebas. Aunque varias personas fueron inicialmente vinculadas al caso, con el paso de los años la mayoría resultaron descargadas, quedando Argenis Contreras como el principal condenado por homicidio y ocultamiento de cadáver. La familia de Junior y sectores de la sociedad han reclamado justicia plena, señalando que detrás del crimen existió un entramado de corrupción que aún no se ha esclarecido por completo.