Este sábado, las autoridades libanesas informaron que al menos 31 personas han perdido la vida debido a un bombardeo selectivo llevado a cabo por las fuerzas de defensa de Israel en el sur de Beirut. El ministro de Salud libanés confirmó que entre las víctimas se encuentran tres menores y siete mujeres, además de varios ciudadanos sirios.

El ataque también dejó a 68 personas heridas, de las cuales dos se encuentran en estado grave. Este trágico suceso se suma a la creciente tensión en la región, ya que las explosiones de dispositivos de comunicación ocurridas el martes y miércoles previos han elevado el número de fallecidos a 39. Estas explosiones han sido atribuidas a Israel, aunque las autoridades israelíes no han emitido comentarios al respecto.

Las explosiones de estos dispositivos, que podrían haber sido colocados con pequeñas cargas explosivas, han generado una alarma significativa entre la comunidad internacional, incluida Naciones Unidas, que ha expresado su preocupación por la naturaleza indiscriminada de los ataques. Hasta el momento, se reportan cerca de 3,000 heridos como resultado de estos incidentes.

El Líbano se enfrenta a una crisis humanitaria y política sin precedentes, y la reciente escalada de violencia solo agrava la situación en el país. Las imágenes de los daños en un edificio bombardeado circulan en los medios, mostrando la devastación que ha dejado este ataque. Las autoridades locales continúan investigando los hechos y exigiendo justicia por las víctimas.