El comunicador Julio Alberto Martínez arremetió con dureza contra la recién juramentada Cámara de Cuentas de la República Dominicana, calificándola como una institución desacreditada y sin legitimidad. En su intervención, Martínez cuestionó que, en apenas 25 días laborables, el órgano haya presentado tres auditorías centradas exclusivamente en la pasada administración de gobierno, omitiendo cualquier revisión sobre la actual gestión del presidente Luis Abinader. A juicio de Martínez, esto evidencia un sesgo político y una intención deliberada de persecución selectiva: “Esa institución hoy no vale dos cheles. Lo que ustedes están haciendo es convertirla en una letrina institucional”, sentenció.
Alberto Martínez invocó la célebre frase de Julio César: “Mi esposa ni siquiera debería estar bajo sospecha”, para señalar que la Cámara de Cuentas no solo debe ser seria, sino también aparentarlo. Cuestionó que las acciones del organismo están lejos de promover la equidad y la transparencia que exige su función constitucional. “No han presentado ni un papelito de la actual gestión. Eso no es transparencia, eso es complicidad”, advirtió. El comunicador llamó a frenar lo que considera una persecución política disfrazada de lucha contra la corrupción y exhortó a la sociedad civil a no quedarse callada ante lo que definió como un retroceso institucional vergonzoso.
Cámara de Cuentas
La Cámara de Cuentas de la República Dominicana atraviesa una nueva etapa de inestabilidad tras denuncias de irregularidades en sus procesos internos y conflictos entre sus miembros. La situación ha generado preocupación en sectores políticos y sociales, ya que el organismo es clave en la fiscalización de los recursos públicos y en la lucha contra la corrupción. En los últimos meses, se han evidenciado fracturas dentro del Pleno, lo que ha afectado la capacidad operativa del ente.
A raíz de estas tensiones, se ha planteado en el Congreso Nacional la posibilidad de una reestructuración total del órgano, incluso con la destitución de los actuales titulares. Legisladores han advertido que no se puede permitir que la Cámara continúe funcionando bajo una dinámica de conflictos, ya que su rol es esencial para garantizar la transparencia en la administración pública. Mientras tanto, la sociedad civil exige rendición de cuentas y decisiones firmes que devuelvan la credibilidad a la institución.