Un hombre identificado como Jasel Manuel Báez Paula, alias “Yasel”, fue arrestado durante un allanamiento realizado por agentes de la Dirección Nacional de Control de Drogas (DNCD) y miembros del Ministerio Público en el municipio de Loma de Cabrera, provincia Dajabón.

El operativo fue ejecutado en una vivienda ubicada en la calle General Sotero Blanco, donde las autoridades incautaron 221.1 gramos de presunta cocaína, 17.8 gramos de marihuana y 43.8 gramos de crack, además de diversos objetos vinculados a la distribución de sustancias ilícitas.

Durante el registro, también se ocupó un arma de fuego calibre 9mm con su cargador, varias cápsulas, un radio de comunicación, cuatro balanzas, un celular, una bocina, fundas plásticas y la suma de 607,750 pesos en efectivo, presuntamente producto de las ventas de drogas.

El detenido fue puesto a disposición del Ministerio Público para los fines correspondientes, mientras la DNCD informó que continúa intensificando los operativos en comunidades del noroeste, donde —según las autoridades— se ha incrementado el microtráfico de drogas en los últimos meses.

Delincuencia en RD

La delincuencia en la República Dominicana se ha convertido en una de las principales preocupaciones de la ciudadanía, afectando tanto a zonas urbanas como rurales. Robos, atracos a mano armada, homicidios y violencia juvenil figuran entre los delitos más frecuentes, generando un clima de inseguridad que impacta directamente la calidad de vida de los ciudadanos. 

Las denuncias por hechos delictivos aumentan día tras día, y muchos de estos crímenes son perpetrados en plena luz del día, lo que ha provocado una creciente desconfianza en la capacidad de las autoridades para garantizar el orden público.

A pesar de los esfuerzos del gobierno y de la Policía Nacional, que ha implementado operativos y planes estratégicos como el “Mi País Seguro”, las estadísticas continúan mostrando cifras preocupantes. Factores como el desempleo, la desigualdad social, la impunidad y la falta de oportunidades para los jóvenes han sido señalados como causas estructurales que alimentan la criminalidad. 

La ciudadanía exige medidas más efectivas y sostenidas, así como una reforma profunda del sistema judicial y policial que priorice la prevención y garantice la justicia para las víctimas.