En un giro sorprendente en los tribunales, el programa de televisión conducido por la jueza Ana María Polo presentó un caso que ha capturado la atención del público por su naturaleza inusual y las acusaciones graves que involucran la seguridad familiar.
El demandante, identificado como Carlos, acusó a su esposa Natalí de haber cambiado radicalmente desde el inicio de su matrimonio. Según sus declaraciones, Natalí pasó de ser una mujer devota de la iglesia católica a explorar diversas prácticas espirituales, incluyendo el cristianismo, el budismo y finalmente, según Carlos, se convirtió en agnóstica y aficionada a la cartomancia y la lectura de tinto de café.
El caso tomó un giro aún más extraño cuando Carlos afirmó que Natalí lo llevó a un lugar donde, según él, un individuo desconocido intentó realizar una lectura de futuro a través de sus nalgas, lo que llevó a Carlos a sentirse incómodo y finalmente decidir demandar a su esposa por divorcio y buscar la custodia total de su hijo de dos años.
Carlos expresó ante la jueza Polo su profunda preocupación por la seguridad de su familia, argumentando que el comportamiento de Natalí, motivado por su obsesión con predecir el futuro, pone en riesgo la estabilidad y la seguridad de su hijo. Afirmó que Natalí incluso lo amenazó con consecuencias catastróficas si no participaba en estas prácticas, lo que según él, contribuyó a la pérdida de su trabajo.