Bukele: "La oposición nos la pone demasiado fácil" - Noticias La Gaceta

El Gobierno de El Salvador ha decidido prohibir el uso del “lenguaje inclusivo” en todos los centros educativos públicos del país, eliminando expresiones como “niñe”, “alumn@” o “todos y todas”. La medida fue anunciada por el presidente Nayib Bukele a través de un mensaje en su cuenta de la red social X.

La ministra de Educación, Karla Trigueros, confirmó la disposición y aseguró que busca “garantizar el buen uso del idioma” y proteger a la niñez y adolescencia de supuestas “injerencias ideológicas” que puedan afectar su desarrollo integral. Según Trigueros, la instrucción aplica a todos los materiales, contenidos y dependencias de la cartera educativa.

De acuerdo con un memorándum compartido por la funcionaria, “palabras como amigue, compañere, niñe, todos y todas, alumn@, jóvenxs, nosotras o cualquier otra deformación lingüística que aluda a la ideología de género no será admitida por ninguna circunstancia”. La medida también busca “consolidar una comunicación institucional clara, uniforme y respetuosa”.

Esta decisión se suma a medidas previas del Gobierno contra la perspectiva de género en la enseñanza pública, luego de que en 2024 se eliminara de la currícula escolar cualquier contenido vinculado a esta ideología. Bukele ha reiterado en varias ocasiones que los padres deben tener voz en la educación de sus hijos, rechazando la presencia de “ideologías globalistas” en las escuelas.

Organizaciones feministas y grupos defensores de los derechos de la diversidad han criticado la medida, considerándola una limitación a la inclusión y a la libertad de expresión en el ámbito educativo. Por su parte, el Gobierno insiste en que se trata de un paso para proteger el desarrollo integral de los estudiantes y preservar la correcta enseñanza del idioma.

La prohibición del lenguaje inclusivo en El Salvador se convierte en un tema de debate internacional, sumándose a otros países de la región que han discutido la presencia de ideologías de género en la educación, generando tensiones entre políticas conservadoras y movimientos de derechos sociales.