La ciudad de Santiago amaneció bajo tensión tras la medida adoptada por la alcaldía municipal de retirar a los carretilleros que operaban en las inmediaciones del mercado central, donde se comercializan vegetales y productos al por mayor. Desde tempranas horas, grupos de personas encapuchadas encendieron neumáticos y basura, generando disturbios en una zona céntrica repleta de negocios. Los manifestantes denuncian abusos por parte de la policía municipal, alegando la pérdida de sus medios de sustento y la incautación de sus mercancías sin justificación.
Uno de los comerciantes afectados expresó que había perdido más de 100 mil pesos, acusando al ayuntamiento de actuar con prepotencia. “Nos quitan las carretillas sin motivo, como si fuéramos delincuentes”, declaró un vendedor entre la multitud. Otros protestantes aseguraron que no están en contra del orden, pero exigen que se les permita trabajar dignamente, sin ser desplazados por las políticas de embellecimiento urbano impulsadas por la alcaldía.
Por su parte, el alcalde Abel Martínez defendió la medida, afirmando que forma parte del proyecto de recuperación visual y comercial de la ciudad. “Santiago está cambiando. El que quiera que grite, el que quiera que llore, pero seguiremos ordenando la ciudad”, expresó. La Policía Nacional desplegó un fuerte contingente para controlar la situación y evitar nuevos disturbios, mientras los comerciantes afectados piden una mesa de diálogo que les permita recuperar su sustento.