El Ministerio de Medio Ambiente y el Grupo Jaragua firmaron un acuerdo de comanejo bajo la modalidad de coadministración para la gestión de los parques nacionales Sierra de Bahoruco y Jaragua. El convenio, firmado por el ministro de Medio Ambiente, Paino Enríquez, y el presidente del Grupo Jaragua, Sixto Inchaustegui, tiene como objetivo fortalecer la conservación y manejo de estas importantes áreas protegidas.

Ambas partes acordaron administrar los parques en apego a las leyes 64-00 y 22-04, que regulan el medio ambiente y las áreas protegidas en el país, respectivamente. Durante la firma, el ministro Enríquez resaltó la relevancia de estas áreas para la preservación de las fuentes de agua y la biodiversidad nacional.

Por su parte, el Grupo Jaragua será responsable de impulsar el desarrollo regional de las zonas protegidas, promoviendo procesos de participación comunitaria, especialmente en el Parque Nacional Jaragua y las comunidades aledañas. Este trabajo conjunto busca asegurar un manejo sostenible que beneficie tanto al medio ambiente como a las poblaciones locales.

El acuerdo también contempla la implementación de programas de educación ambiental dirigidos a escuelas y comunidades cercanas, con el fin de fomentar una cultura de protección y uso responsable de los recursos naturales. Estas acciones buscarán sensibilizar a la población sobre la importancia de preservar la flora y fauna únicas que habitan en estas zonas.

Asimismo, se establecerán mecanismos de monitoreo y control para prevenir actividades ilegales como la tala indiscriminada, la cacería furtiva y la ocupación indebida de terrenos dentro de los parques. Estas medidas estarán acompañadas de capacitaciones para guardaparques y personal técnico, fortaleciendo así la capacidad de vigilancia y respuesta.

El convenio es visto como un paso clave para garantizar la sostenibilidad de dos de los ecosistemas más importantes de la República Dominicana, conocidos por su alto valor ecológico y atractivo turístico. Con esta alianza, se espera un impacto positivo no solo en la conservación, sino también en el impulso de iniciativas económicas locales basadas en el ecoturismo y la producción sostenible.