Altagracia Salazar cuestionó la evolución de la clase media en República Dominicana, comparándola con la gestión del expresidente Danilo Medina.
Salazar recordó que en 2018 Medina afirmó que el país había pasado a ser mayoritariamente de clase media, situándola en un 30%, mientras que la pobreza se ubicaba en un 25.6%. Sin embargo, en su discurso de rendición de cuentas de 2024, Abinader afirmó que la clase media ha crecido hasta alcanzar el 40% y que su meta es llevarla al 50% en los próximos años.
La periodista argumentó que estos datos parecen más una cuestión de percepción que de realidad económica, citando el Barómetro de las Américas de 2017, que reflejaba que el 42% de los dominicanos se identificaban como clase media, a pesar de las diferencias con los indicadores oficiales.
Uno de los puntos clave en el análisis de Salazar fue la contradicción entre el discurso optimista del gobierno y las políticas de subsidios. Citó un artículo del economista Bernardo Vega, publicado antes del discurso presidencial, en el que se indicaba que el 51% de la población recibe algún tipo de bono gubernamental. Si se excluye a los menores de edad, este porcentaje subiría al 60% de los adultos. Además, Vega cuestionó el crecimiento del empleo público en un 14%, alcanzando los 750,000 empleados.
Salazar destacó que si realmente se está consolidando una clase media robusta, no debería haber una dependencia tan alta de los programas de asistencia social. Esto, según su análisis, evidencia un problema de redistribución de la riqueza que no ha sido abordado de manera estructural por ningún gobierno reciente.
Además, la periodista criticó la falta de independencia en el debate político, señalando que los mismos sectores que validaban las cifras de clase media en 2018 ahora las cuestionan, mientras que quienes las negaban en el pasado ahora las defienden.
Finalmente, enfatizó la importancia de un análisis basado en cifras y realidades económicas concretas, más allá del discurso político, y subrayó que el crecimiento económico debe traducirse en una verdadera mejora de las condiciones de vida de la población para que el país pueda ser considerado de ingresos medios altos.