El exteniente coronel de la Policía Nacional Hans Wender Lluberes Sánchez, acusado de encabezar una red de narcotráfico internacional, fue recibido este martes en calidad de deportado desde Estados Unidos por el Aeropuerto Internacional de Las Américas (AILA-JFPG). El exoficial fue trasladado bajo estrictas medidas de seguridad por agentes de la Dirección Nacional de Control de Drogas (DNCD) y entregado al Ministerio Público de Santo Domingo Este, que lo presentará ante la justicia para responder por los cargos en su contra.
Lluberes Sánchez fue declarado en rebeldía en diciembre de 2019, tras evadir el proceso judicial que se le seguía por su presunta participación en la introducción al país de 450 paquetes de cocaína, equivalentes a 454 kilogramos, incautados el 17 de marzo de 2015 en una aeronave procedente de Venezuela. El operativo, ejecutado por unidades de la DNCD en el AILA, permitió el arresto de varios extranjeros y militares dominicanos vinculados a la red.
De acuerdo con el expediente, la estructura criminal fue desmantelada luego de una amplia investigación que culminó con condenas de 30, 20, 18 y 5 años de prisión para nueve de sus integrantes. Entre los condenados figuran los pilotos venezolanos Francisco Javier Velásquez Tory y Edmundo José Medina Torrealba, sentenciados a 30 años de cárcel; así como el exoficial del Ejército Jesús Elías Pérez Vásquez y el excapitán Roberto Segura Peña, ambos condenados a 20 años.
El grupo también incluyó al empleado de aviación Francisco Javier de Paula Mena, condenado a 18 años, y a los venezolanos José Nicolás Velásquez Murcia, José Manuel Houtman Fonseca y Mirian de Jesús Díaz Marín, quienes recibieron penas de cinco años. Todos fueron hallados culpables de violar varios artículos de la Ley 50-88 sobre Drogas y Sustancias Controladas y de la Ley 631-16 sobre Armas, Municiones y Materiales Relacionados, en perjuicio del Estado dominicano.
Las autoridades calificaron este caso como uno de los operativos antinarcóticos más significativos de los últimos años, por su complejidad y por la articulación entre estructuras criminales locales y extranjeras dedicadas al tráfico de drogas. Con la deportación de Lluberes Sánchez, las autoridades dominicanas buscan cerrar un expediente que permanecía abierto desde hace casi una década.