El Ministerio de Educación (MINERD) puso en marcha un moderno centro de control y monitoreo inteligente para supervisar el Sistema Nacional de Transporte Escolar (TRAE), con el objetivo de garantizar mayor seguridad a los estudiantes que utilizan este servicio en todo el país.

Desde la nueva base de operaciones, ubicada en el Distrito Nacional, se coordinará y dará seguimiento en tiempo real a más de 600 autobuses que recorren diariamente cerca de 8,000 kilómetros, cubriendo rutas en las 18 regionales educativas. Este sistema beneficiará a miles de estudiantes del sector público que dependen del transporte escolar gratuito.

El centro utilizará tecnología de punta, incluyendo inteligencia artificial, cámaras, sensores y sistemas de posicionamiento GPS. Con estas herramientas se podrán detectar y prevenir situaciones de riesgo como exceso de velocidad, desvíos de ruta, uso del celular por parte del conductor, así como posibles fallas mecánicas.

La iniciativa forma parte del plan de modernización del transporte escolar impulsado por el Gobierno, y busca fortalecer la confianza de las familias en un servicio clave para la inclusión y permanencia escolar de miles de niños y adolescentes en el sistema educativo dominicano.

Según las autoridades, el sistema también permitirá generar alertas automáticas ante cualquier anomalía, lo que facilitará una respuesta rápida por parte del personal técnico y las autoridades locales. De igual forma, se implementarán reportes periódicos sobre el rendimiento de cada unidad, incluyendo el comportamiento de los conductores y las condiciones de los vehículos.

El ministro de Educación, Ángel Hernández, destacó que esta medida forma parte de una política integral para elevar los niveles de seguridad y eficiencia del transporte escolar, al tiempo que se avanza hacia un modelo de gestión más transparente y tecnológicamente avanzado. “Queremos que los padres sepan que sus hijos están seguros y que el Estado está comprometido con un servicio de calidad”, expresó.

Además, se contempla una fase de expansión del sistema para incluir herramientas de reconocimiento facial y control de acceso, con el propósito de registrar con precisión qué estudiantes abordan y descienden de los autobuses. Esta mejora, sumada al monitoreo centralizado, apunta a consolidar un modelo de transporte escolar público referente en la región.