SANTO DOMINGO. – El economista Richard Medina advirtió este martes que la economía de República Dominicana “no está tan dinámica” y que alcanzar el crecimiento del 3% proyectado por el gobierno para este año será un reto considerable.

Medina se refirió al reciente informe del Fondo Monetario Internacional (FMI), señalando que aunque resalta la estabilidad social y política del país y el crecimiento sostenido de las últimas dos décadas, también plantea recomendaciones firmes sobre reformas fiscales y del sector eléctrico. Según el experto, antes de aumentar tarifas, el país debe enfocarse en reducir pérdidas y optimizar el gasto público, especialmente en subsidios que muchas veces benefician a sectores que no los necesitan.

Sobre los motores productivos del país turismo, remesas, exportaciones y zonas francas Medina señaló que enfrentan retos importantes, como la disminución de turistas desde Estados Unidos y Europa, y limitaciones en la ejecución de proyectos de construcción. Por ello, estima que la economía cerrará el año más cerca del 2.7% que del 3% proyectado oficialmente.

El economista también comentó que la posible reducción de tasas de interés en Estados Unidos podría beneficiar al país al incentivar inversiones y consumo, pero advirtió que las medidas de control cambiario del Banco Central, necesarias para estabilizar el dólar, podrían limitar temporalmente la actividad económica. Finalmente, Medina destacó la necesidad de una reforma educativa profunda y de inspiración en los modelos de desarrollo de los “dragones asiáticos” para mejorar la productividad y atraer inversión extranjera.

Medina concluyó señalando que, aunque República Dominicana mantiene estabilidad política y social y un crecimiento sostenido en los últimos años, la economía “no está tan dinámica” como se esperaba para 2025, y que sin reformas estructurales en educación, fiscalidad y sector eléctrico, así como una mejor ejecución del gasto público, el país difícilmente podrá cerrar el año con un crecimiento cercano al 3%, limitando su potencial para reducir desigualdad y fortalecer la competitividad frente a economías emergentes.