
Un sargento del Departamento de Policía del municipio de Franklin, en Nueva Jersey, fue acusado de mala conducta oficial y falsificación de informes, luego de que presuntamente ignorara llamadas de emergencia relacionadas con un tiroteo mortal para detenerse en un cajero automático y, posteriormente, en una pizzería.
El acusado, identificado como el sargento Kevin Bollaro, se encontraba de servicio la noche del 1 de agosto, cuando el sistema 911 recibió múltiples reportes de disparos y gritos en la comunidad de Pittstown, ubicada a unos 96 kilómetros al oeste de Manhattan. Sin embargo, según la fiscal del condado de Hunterdon, Renée Robeson, los registros del GPS y las cámaras de seguridad evidencian que el oficial se desvió cerca de tres kilómetros del lugar del tiroteo antes de acudir a la escena.
Durante el tiempo en que los operadores del 911 continuaban recibiendo llamadas desesperadas, Bollaro no activó las luces ni la sirena de su patrulla. Al llegar finalmente al primer punto denunciado, afirmó por radio que “no escuchaba nada fuera de lo normal” y alegó que se dirigiría a los otros lugares reportados, algo que las autoridades aseguran nunca ocurrió. En lugar de ello, el sargento pidió ser “liberado de la escena” y fue visto poco después en Duke’s Pizzeria, donde permaneció alrededor de una hora antes de estacionar su vehículo frente a otro restaurante.
Los fiscales calificaron las acciones del agente como una “falla grave en el deber” que podría haber entorpecido la respuesta policial a un tiroteo que finalmente dejó dos víctimas fatales. El caso ha generado gran indignación en la comunidad y una revisión interna del departamento policial de Franklin, mientras Bollaro enfrenta cargos criminales y disciplinarios por su presunta negligencia.