El programa Chévere Night sorprendió a su audiencia con un episodio de Behind The Scene cargado de humor fresco y situaciones inesperadas. En esta ocasión, la trama giró en torno a una publicitaria que, en medio de un rodaje, solicitó a los actores realizar diferentes acentos caribeños, incluido el puertorriqueño, para adaptar el comercial a distintos mercados. La petición, aparentemente sencilla, desató una cadena de reacciones tan cómicas como incómodas.

Los actores, fieles a la chispa satírica del espacio, respondieron que imitar múltiples acentos no estaba contemplado en el contrato y que, en caso de hacerlo, debía pagarse un costo adicional. Entre reclamos, bromas y gestos exagerados, uno de ellos incluso afirmó que primero debía “llamar a su gente” antes de aceptar. Mientras tanto, el representante de la publicitaria insistía en que el trabajo debía resolverse de inmediato, pero sin desembolsar un centavo extra, lo que generó la tensión ideal para el humor característico del programa.

La escena se transformó en un juego de dobles sentidos y réplicas rápidas, donde la ridiculez de la negociación fue la clave del sketch. El público disfrutó de un episodio que, más allá de la sátira, expuso con gracia la eterna fricción entre clientes y talentos artísticos. Una muestra más de cómo Chévere Night logra convertir lo cotidiano en un espectáculo de carcajadas.