Madrid. – El presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, anunció este lunes una serie de medidas para “detener el genocidio en Gaza”, en un gesto que generó un fuerte choque diplomático con Israel, que denunció una “campaña antiisraelí y antisemita” por parte de Madrid.

Entre las medidas anunciadas, Sánchez informó sobre el embargo total de compra y venta de armas a Israel, la prohibición de tránsito por territorio español de barcos y aviones que transporten material bélico hacia ese país, y la prohibición de entrada a España de gobernantes y militares implicados en crímenes de guerra contra el pueblo palestino. Además, el Gobierno español suspenderá la importación de productos provenientes de asentamientos ilegales israelíes en Cisjordania y aumentará en 150 millones de euros la ayuda humanitaria destinada a Gaza.

Pese a estas acciones, España no romperá relaciones diplomáticas ni retirará a su embajadora en Tel Aviv, decisión que contrasta con la postura de algunos socios izquierdistas dentro del gobierno de coalición de Sánchez. Las declaraciones se produjeron desde el Palacio de la Moncloa, donde el mandatario español expresó su compromiso con la protección de la población palestina, mientras la tensión con Israel continúa escalando.

¿Qué es el genocidio?

El genocidio es el acto sistemático y deliberado de destruir total o parcialmente a un grupo nacional, étnico, racial o religioso. Este concepto fue definido por primera vez en 1944 por Raphael Lemkin, un jurista polaco, y más tarde adoptado por la Convención para la Prevención y la Sanción del Delito de Genocidio de la ONU en 1948.

Entre los actos que constituyen genocidio se incluyen asesinatos, lesiones graves, sometimiento a condiciones de vida que buscan la destrucción del grupo, medidas para impedir nacimientos y traslado forzado de niños hacia otros grupos.

El genocidio se diferencia de otros crímenes de guerra porque su objetivo no es solo dominar o conquistar un territorio, sino aniquilar la identidad y existencia de un grupo específico. Ejemplos históricos incluyen el Holocausto contra los judíos durante la Segunda Guerra Mundial, el genocidio en Ruanda contra la población tutsi y la masacre de armenios en el Imperio Otomano. El reconocimiento y sanción del genocidio busca proteger los derechos humanos y garantizar que tales crímenes no queden impunes.