El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, calificó este viernes de “inmoral, criminal e ilegal” los intentos de sectores internacionales de promover un cambio de régimen en el país. Sus declaraciones se producen en medio de crecientes tensiones con Estados Unidos, luego del anuncio de operaciones militares en el Caribe.

“Los que amenazan con intentar hacer contra Venezuela un cambio de régimen […] es inmoral, criminal e ilegal”, afirmó Maduro durante su discurso, reiterando que su gobierno no permitirá ninguna injerencia extranjera en los asuntos internos de la nación.

El mandatario insistió en que la soberanía nacional es “inexpugnable” y llamó al pueblo venezolano a mantenerse unido frente a cualquier amenaza externa. Según Maduro, la defensa de la patria y la autonomía política es un deber irrenunciable del gobierno y la ciudadanía.

Las declaraciones se producen en un contexto de acusaciones mutuas. Sectores opositores y actores internacionales han responsabilizado al oficialismo de prácticas irregulares, incluyendo corrupción, narcotráfico y fraude electoral, denuncias que el gobierno de Caracas ha rechazado de manera reiterada.

Maduro aseguró que su discurso refuerza la línea oficial de defensa ante lo que considera una estrategia de desestabilización impulsada desde el exterior. Además, advirtió que cualquier acción que busque desestabilizar el país encontrará resistencia por parte de las fuerzas de seguridad y del pueblo.

Analistas políticos señalan que estas declaraciones buscan consolidar apoyo interno y enviar un mensaje de firmeza a la comunidad internacional. La situación refleja un clima de tensión creciente, donde la defensa de la soberanía se presenta como prioridad en la agenda oficial venezolana.

Sectores opositores reaccionaron a las declaraciones calificándolas de “retórica política” y reiterando la necesidad de presionar internacionalmente para garantizar elecciones libres y transparentes en el país. Mientras tanto, la comunidad internacional mantiene atención sobre Venezuela ante cualquier escalada de conflictos.

Organizaciones de derechos humanos y observadores internacionales han expresado preocupación por el aumento de la polarización y la posibilidad de nuevas medidas coercitivas, subrayando la importancia de soluciones pacíficas y diálogo entre todas las partes involucradas.