Pedro Jiménez afirmó que el pueblo dominicano demandará al expresidente Leonel Fernández que intervenga para resolver los problemas que enfrenta el país. Durante su participación en un programa matutino, Jiménez destacó la importancia de que un líder con experiencia y sin dependencia de la popularidad tome decisiones firmes para gobernar y enfrentar los retos nacionales.
Jiménez recordó que, cuando Leonel Fernández asumió la presidencia en 2004, el país estaba en una situación difícil, pero logró importantes avances durante su mandato, que luego continuó Danilo Medina. Por eso, el analista considera que hoy el país necesita un presidente con esa capacidad de gobernar con decisión y visión de estado, más allá de la búsqueda de popularidad.
Asimismo, Jiménez hizo un llamado al actual presidente Luis Abinader para que deje un legado significativo, promulgue leyes pendientes y evite ceder ante presiones de distintos sectores que obstaculizan el desarrollo. Recalcó que gobernar implica tomar decisiones difíciles y priorizar el bienestar del país, no la popularidad pasajera.
El analista también resaltó la conexión política y personal entre Leonel Fernández y su hijo, el senador Omar Fernández, señalando que ambos forman parte del liderazgo del partido Fuerza del Pueblo. Jiménez calificó de clara la señal que envió el expresidente al apoyar a su hijo, lo que, según él, reafirma a Leonel como figura central en la política dominicana y en las aspiraciones electorales del partido.
Por otro lado, Pedro Jiménez enfatizó que para enfrentar los desafíos actuales, el país necesita un gobernante con experiencia y firmeza, capaz de aplicar medidas que otros evitan por temor a perder popularidad. Aseguró que la estabilidad y el desarrollo dependen de una administración que no se deje influenciar por intereses particulares y que esté dispuesta a tomar las decisiones necesarias para el bien común.
Finalmente, Jiménez hizo un llamado a la ciudadanía para que valore el liderazgo con experiencia y compromiso, y advirtió que la verdadera aspiración política debe basarse en el talento y la capacidad de transformar la realidad nacional, no solo en la popularidad momentánea o en intereses personales.