El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, declaró este viernes 5 de diciembre que su país es una “garantía de seguridad” para el continente americano, en medio de lo que calificó como un incremento de la “amenaza militar” por parte de Estados Unidos en el mar Caribe. El mandatario aseguró que Venezuela no representa peligro alguno para Washington, sino que ―por el contrario― es “esperanza” y un factor estabilizador en la región.
Maduro se pronunció luego de que el presidente estadounidense, Donald Trump, recibiera el primer Premio de la Paz de la FIFA por sus esfuerzos en favor del diálogo internacional, reconocimiento que coincidió con la intensificación de operaciones militares norteamericanas cerca de las costas venezolanas.
En uno de los más recientes operativos, el ejército estadounidense informó haber abatido a cuatro hombres durante un ataque contra un presunto narcotraficante en aguas internacionales del Pacífico Oriental el jueves 4 de diciembre. Con este caso, suman 21 intervenciones similares desde septiembre, que han dejado más de 84 fallecidos.
El gobierno venezolano sostiene que estas acciones forman parte de una estrategia de presión de la administración Trump, la cual continúa calificando a Maduro como un “líder ilegítimo”. Desde Caracas, el mandatario reiteró que la “agresión imperialista” es “desproporcionada, innecesaria e ilegal”, violando tanto la Carta de las Naciones Unidas como el derecho internacional.
Durante la inauguración de la sede de la Academia del Servicio de la Policía Nacional Bolivariana (PNB), Maduro también instruyó a los cuerpos policiales a estudiar de manera teórica y práctica conceptos de “resistencia popular prolongada” y “todas las formas de lucha armada popular, militar y policial”, asegurando que el país debe prepararse para cualquier escenario derivado de las tensiones geopolíticas actuales.
El presidente venezolano insistió en que Venezuela no ha sido ni será jamás una amenaza para Estados Unidos. “Venezuela no es una amenaza, Venezuela es garantía de seguridad en todo el continente americano”, afirmó, reiterando que la nación caribeña continuará defendiendo su soberanía frente a lo que considera actos hostiles de Washington.