Washington, D.C. – En un movimiento que refleja la posición del presidente Joe Biden en defensa del acceso al aborto, la Casa Blanca solicitó desestimar una demanda federal que busca restringir el uso de la mifepristona, una de las principales píldoras utilizadas en abortos médicos en Estados Unidos.

Es la primera vez que la administración interviene directamente en el litigio, que cuestiona las regulaciones de la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) que ampliaron significativamente el acceso a este medicamento. El gobierno argumenta que el caso no cumple con los requisitos legales necesarios para ser visto en el tribunal federal de distrito donde fue presentado.

Mientras tanto, el expresidente Donald Trump continúa su ofensiva comercial. Desde la Oficina Oval, la Casa Blanca informó que el exmandatario firmó una orden ejecutiva para aplicar nuevos aranceles a productos farmacéuticos importados. La medida busca impulsar la producción de medicamentos dentro del país. Trump anunció que revelará los detalles de estos aranceles en las próximas dos semanas, junto con un anuncio adicional relacionado con la reducción del costo de los medicamentos.

La intervención del gobierno federal en este caso representa un intento claro de proteger el acceso a la mifepristona, aprobada por la FDA desde el año 2000 y utilizada en más de la mitad de los abortos en el país. Las autoridades federales defienden que las modificaciones recientes, como la posibilidad de recibir el medicamento por correo, están basadas en evidencia científica y cumplen con los más altos estándares de seguridad médica.

El caso legal ha sido impulsado por grupos conservadores que alegan que la FDA excedió su autoridad al flexibilizar las restricciones sobre la mifepristona. Sin embargo, el Departamento de Justicia sostiene que los demandantes no tienen base legal para presentar la querella, al no poder demostrar un daño directo. La Corte Suprema ya intervino previamente en el caso, permitiendo temporalmente el acceso a la píldora mientras se desarrolla el proceso judicial.

Por su parte, el anuncio de nuevos aranceles por parte de Trump refuerza su retórica proteccionista de cara a una posible campaña presidencial. Su orden ejecutiva busca incentivar la fabricación de medicamentos dentro de EE. UU., aunque algunos expertos advierten que medidas de este tipo podrían encarecer los tratamientos para consumidores y tensar aún más el comercio global en el sector farmacéutico.