Tras la muerte de Juan Gabriel, las tensiones en torno a su herencia siguen acaparando titulares. Mientras su hijo Iván Aguilera, señalado como albacea, asegura que cumplirá la voluntad de su padre, los detalles del testamento permanecen bajo reserva. Sin embargo, los medios han documentado movimientos alrededor de las propiedades del artista, como mediciones en su residencia de Florida y trabajos de seguridad en la casa de Laura Salas, madre de cuatro de los hijos del “Divo de Juárez”.

En medio de este proceso, ha cobrado protagonismo Simona, la esposa de Iván. Diez años mayor que él, ha mostrado un papel influyente dentro de la familia, apareciendo tanto en actividades cotidianas como en salidas de sociedad. Fuentes cercanas sostienen que su carácter firme y sofisticado la coloca como una figura clave en las decisiones, especialmente en este momento en que la familia se encuentra dividida entre los descendientes directos de Juan Gabriel y sus hermanos.

El conflicto se agudiza con la compañía Aguival, creada por el cantante en 1979 junto a sus hermanos y que aún conserva la propiedad de varias casas en Ciudad Juárez, incluidas las destinadas a un museo y a un albergue infantil. Pablo Aguilera, hermano del artista, sostiene que ningún proyecto puede llevarse a cabo sin la aprobación de todos los herederos. No obstante, Iván anunció mediante un comunicado que, con apoyo del gobierno, avanzará en la reapertura del albergue y en la creación del museo, invitando incluso a los fanáticos a elegir el nombre. Entre las propuestas más populares figuran Amor Eterno y Eternamente Juan Gabriel.