El comunicador Felipe Romero Sánchez afirmó que el proyecto de ley presentado por el diputado Elías Wessin Chávez, que busca “prevenir el extremismo religioso de la Sharia, regular la construcción de mezquitas y proteger la identidad cultural dominicana”, sería inconstitucional y contraria a los derechos fundamentales establecidos en la Constitución. “Ese proyecto no va para parte; prohibir las prácticas religiosas violenta la Constitución”, señaló.

Romero Sánchez explicó que la Constitución de la República Dominicana garantiza derechos fundamentales como la libertad de culto, la libertad de asociación y la libertad política, por lo que ninguna ley puede prohibir la práctica religiosa de un grupo específico. Además, advirtió que aplicar la ley para prohibir asociaciones religiosas podría sentar un peligroso precedente para futuros ataques a otros derechos por motivos políticos o sociales.

El comunicador criticó la contradicción de sectores de la sociedad que, tras oponerse a la ley que regulaba los medios por temor a la censura, ahora aplauden una propuesta que, según Romero Sánchez, es inconstitucional desde su concepción. Señaló que los organismos de seguridad del Estado ya cuentan con leyes para prevenir actos extremistas, de odio o terrorismo, y que la prohibición directa no es necesaria ni legal.

Asimismo, Romero Sánchez destacó que la tolerancia y convivencia religiosa existen en varios países árabes, como Líbano y Marruecos, donde distintas denominaciones religiosas coexisten, recordando también la historia de resistencia entre católicos y protestantes en República Dominicana durante los años 70 y 80. “Hoy en día todos convivimos juntos”, enfatizó como ejemplo de la importancia de la tolerancia.

Finalmente, el comunicador hizo un llamado al diputado Wessin Chávez, a quien consideró un hombre demócrata, para que retire el proyecto de ley y evite la vulneración de derechos constitucionales. Romero Sánchez insistió en que la protección del orden público y la seguridad del Estado puede lograrse sin menoscabar la libertad religiosa de los ciudadanos.