PORTO ALEGRE, BRASIL. – Sandro Díaz, un hombre de 50 años, sorprendió a miles de personas en Porto Alegre al descender en patineta por una rampa instalada en un edificio de 22 pisos, logrando establecer dos récords Guinness.
Durante la proeza, Díaz alcanzó velocidades de hasta 65 millas por hora en los tramos más rápidos, mientras la multitud lo observaba y aplaudía su hazaña. El evento, que captó la atención de medios locales e internacionales, fue el cumplimiento de un sueño que llevaba persiguiendo por 13 años.
El patinador extremo aseguró que su mensaje con esta arriesgada maniobra es inspirar a las personas a no rendirse en la búsqueda de sus sueños, sin importar la edad. “Esto demuestra que con determinación, todo es posible”, afirmó.
Expertos en deportes extremos destacaron la dificultad del descenso, señalando que combinar altura, velocidad y control de la patineta requiere una preparación física y mental extraordinaria, así como medidas de seguridad estrictas.
El récord incluye tanto la mayor altura descendida en patineta como la mayor velocidad alcanzada en un edificio urbano, consolidando a Díaz como uno de los referentes del skate extremo a nivel mundial.
Tras completar su hazaña sin incidentes, Díaz agradeció al equipo que lo apoyó y a los espectadores, recordando que la perseverancia y la pasión son clave para lograr metas consideradas imposibles.