Días después del fallecimiento del icónico cantante Prince, surgen nuevos detalles sobre su millonario legado y las futuras decisiones que su familia deberá tomar. Según las leyes de sucesión del estado de Minnesota y el portal Celebrity Net Worth, su herencia, valorada en aproximadamente 300 millones de dólares, será dividida en partes iguales entre su hermana Tika Nelson y otros seis medios hermanos. Tika fue vista días después de la cremación del artista, portando sus cenizas discretamente bajo una chaqueta negra mientras agradecía el apoyo del público a las afueras de la residencia del cantante.
Uno de los aspectos más comentados tras su muerte ha sido el destino de su icónico estudio de grabación, que incluye una sala de conciertos, tecnología de punta, una singular máquina de sodas morada y pertenencias personales. Según una amiga cercana del artista, el deseo de Prince era que el lugar se convirtiera en un museo accesible para sus seguidores. La familia aún no ha confirmado públicamente si cumplirá esta voluntad, pero el deseo de muchos fans y colaboradores es que el espacio se preserve como un santuario musical.
Además del patrimonio visible, existe un tesoro aún más codiciado: una bóveda secreta cuya puerta permanece cerrada. Allí, según Frank Fischer —quien colaboró con Prince en varias composiciones—, se resguardan cientos de canciones inéditas que constituyen al menos el 70% del contenido almacenado. La expectativa es enorme, pues se trata de piezas finalizadas por un artista perfeccionista, cuyo valor artístico y económico podría ser incalculable. El mundo entero espera que estos temas vean la luz y pasen a formar parte del legado musical universal.