El pasado 5 de marzo, 3,801 médicos se sometieron al examen nacional para residencias médicas, compitiendo por solo 1,100 plazas disponibles. El desequilibrio entre la cantidad de egresados y las vacantes ha encendido las alarmas en el sector salud, generando frustración entre jóvenes galenos que, tras años de estudio y pasantía, enfrentan un panorama incierto. “Todos queremos hacer una especialidad, pero cada vez hay más trabas”, expresó uno de los aspirantes entrevistados.
El director del Servicio Nacional de Salud (SNS) reconoció que la situación requiere una regulación integral de la carrera médica, con la participación conjunta del Ministerio de Salud, el Ministerio de Educación Superior y las universidades. Según explicó, el país está produciendo más médicos de los que realmente necesita el sistema sanitario, lo que provoca un exceso en clínicas privadas y una carencia en hospitales públicos. “El Estado debe financiar solo el recurso humano que necesite”, afirmó el funcionario.
A esta problemática se suman obstáculos administrativos, jubilaciones sin reemplazo y una mala distribución del personal médico. Mientras algunos hospitales cuentan con hasta 22 cardiólogos, otros carecen de especialistas básicos. El SNS realiza actualmente un levantamiento nacional para determinar cuántos médicos, enfermeras y técnicos requiere cada centro hospitalario, además de la infraestructura y tecnología necesarias. El informe completo, que incluirá también la crisis de enfermería, se presentará en las próximas semanas.