Montecristi. – Miembros del Ejército de la República Dominicana detuvieron a 17 nacionales haitianos en condición migratoria irregular, quienes fueron localizados dentro de una vivienda abandonada en el municipio de Guayubín, provincia Montecristi.

El hallazgo se produjo durante un operativo de patrulla asignada al destacamento Mangá, donde los extranjeros intentaban ocultarse para evadir los controles militares en la zona. El grupo estaba conformado por 14 hombres y tres mujeres, quienes fueron trasladados a la sede de la Cuarta Brigada de Infantería del Ejército, para los fines legales correspondientes.

La institución castrense explicó que estos operativos forman parte de las acciones de interdicción, seguridad ciudadana y combate a ilícitos en la franja fronteriza, en estricto cumplimiento de las disposiciones del comandante general del Ejército.

En las últimas semanas, las autoridades han intensificado la vigilancia en puntos estratégicos de la frontera norte, ante el incremento de intentos de ingreso irregular al territorio dominicano.

El Ejército reiteró su compromiso de reforzar los controles migratorios y garantizar la seguridad en las comunidades de la zona fronteriza, donde se mantiene activa la supervisión permanente de patrullas terrestres y aéreas.

Migración haitiana

Actualmente, la migración haitiana en República Dominicana sigue siendo un tema de alta sensibilidad social y política. Miles de ciudadanos haitianos cruzan la frontera de manera irregular en busca de mejores condiciones de vida, empleo y acceso a servicios básicos, debido a la profunda crisis económica, política y de seguridad que atraviesa Haití. Según estimaciones de organismos internacionales, en el país residen cientos de miles de haitianos, muchos de ellos en situación migratoria irregular, concentrados principalmente en zonas agrícolas, de construcción y en comunidades fronterizas.

El Gobierno dominicano ha reforzado en los últimos años los operativos de control migratorio, incluyendo patrullajes militares, repatriaciones y mayores restricciones en la documentación. Esto ha generado tensiones en la relación bilateral y también debates internos sobre derechos humanos, seguridad y presión sobre los servicios públicos. A pesar de estas medidas, la frontera sigue siendo altamente vulnerable, y la migración haitiana continúa representando uno de los principales desafíos para el Estado dominicano.