La Academia Latina de la Grabación nombró a Marc Anthony como Persona del Año, destacando no solo su trayectoria musical sino también su impacto cultural y social. Su voz, su carisma y su compromiso con la salsa lo han convertido en un símbolo de identidad latina en el mundo. Para muchos, su arte representa más que música: es un derroche de expresión que crece como una obsesión y obliga a crear.

Marc Anthony ha logrado llevar la salsa —un género nacido en las montañas y las islas del Caribe, pero desarrollado en urbes como Nueva York— a un nivel global. Su influencia ha trascendido generaciones y estilos, consolidándolo como uno de los artistas más influyentes de la música latina. Colegas recuerdan sus inicios como productor en grupos juveniles, experiencias que dejaron huellas imborrables y marcaron carreras enteras.

Más allá de los escenarios, Anthony ha demostrado un compromiso social inquebrantable. En República Dominicana, por ejemplo, impulsó la construcción de orfanatos que devolvieron dignidad, educación y esperanza a decenas de niños. Este reconocimiento celebra no solo a una de las voces más importantes de la música latina, sino también a una personalidad que ha cambiado la historia de su comunidad y que continúa inspirando con su arte y sus actos de solidaridad.