La comunicadora Zoila Luna emitió un contundente llamado a la sociedad dominicana para reflexionar sobre la propagación de contenidos sensibles en redes sociales, advirtiendo que la exposición pública de víctimas puede convertirse en un negocio macabro. “No olvide, lo que se compra sigue vendiéndose y el próximo cliente puede ser usted”, enfatizó durante su programa, haciendo hincapié en la responsabilidad ética de los usuarios y medios.
Luna destacó el caso de la joven de Villa González, quien fue víctima de un abuso múltiple y luego revictimizada por la difusión de material sensible en plataformas digitales. Según la presentadora, este tipo de actos convierte el sufrimiento ajeno en espectáculo y genera un “paredón digital” donde la compasión es reemplazada por morbo, advirtiendo que la tecnología, aunque neutral, se convierte en cómplice cuando se usa irresponsablemente.
La periodista insistió en la necesidad de ejercer empatía y conciencia social, recordando que cualquiera podría encontrarse en la posición de la víctima. Hizo un llamado a frenar la deshumanización y la canibalización moral del dolor ajeno, resaltando que la verdadera violencia no siempre es física, sino también ética y emocional, perpetuada por quienes lucran con el sufrimiento ajeno.
Zoila Luna enfatizó que la sociedad debe cuestionarse hasta dónde está dispuesta a llegar en la normalización de la violencia digital. Según señaló, el fenómeno no solo afecta a quienes han sido víctimas directas, sino que también deteriora los valores de la comunidad, promoviendo la falta de empatía y la insensibilidad ante el sufrimiento ajeno. “Nos hace falta un mayor nivel de humanidad antes de llegar a un punto de verdadera compasión”, afirmó.
La comunicadora subrayó que los medios de comunicación y las redes sociales tienen un rol fundamental en la educación ética de la población. Instó a los usuarios a reflexionar antes de compartir contenido que pueda revictimizar a alguien, recordando que la difusión irresponsable no solo perpetúa el daño, sino que también convierte a los espectadores en cómplices de la violencia moral.
Finalmente, Luna expresó que, pese a la gravedad de la situación, la esperanza sigue siendo un estandarte. Afirmó que solo a través de la conciencia social y la empatía se puede frenar la deshumanización que actualmente afecta a las víctimas y a la sociedad en general. “Debemos proteger la dignidad de cada persona y actuar con compasión, porque de lo contrario, todos estamos en riesgo de ser parte del daño”, concluyó.