Durante el programa “La Plaza Radio Show”, la periodista Anielca Rosario abordó la persistente desigualdad de género en la política dominicana, a pesar de lo establecido en la Constitución.

Según Rosario, la realidad en los partidos políticos principales muestra una representación femenina mínima en sus órganos de dirección. El PRM solo cuenta con un 28% de mujeres en su dirección ejecutiva, y el PLD apenas un 15% en su Comité Político.

El “Síndrome de Procusto” como obstáculo

Rosario atribuyó esta situación al “Síndrome de Procusto”, una metáfora que describe la tendencia a reprimir o descalificar a quienes sobresalen. Según la periodista, esto se manifiesta cuando las propias mujeres critican a otras que logran posiciones de poder, debilitando el avance colectivo del género.

Este comportamiento, impulsado por la envidia, actúa como una barrera interna que dificulta la entrada de más mujeres a las cúpulas de poder.

El programa destacó el contraste con el partido Opción Democrática, que ha logrado una paridad del 52.63% de mujeres en su dirección política. Este ejemplo demuestra que la igualdad es posible con los mecanismos adecuados. Finalmente, se mencionó a Claudia Sheinbaum, la primera presidenta de México, como un modelo a seguir. Su liderazgo inspira a derribar las barreras de la misoginia y la desigualdad, demostrando que el avance de las mujeres en la política es un reto social que debe ser enfrentado por todos.

Síndrome de Procusto

En la política, el Síndrome de Procusto se refleja cuando ciertos actores políticos buscan frenar, minimizar o desacreditar a rivales y colaboradores que muestran talento, popularidad o liderazgo, con el objetivo de mantener su propio poder o influencia. Esta actitud puede traducirse en campañas de difamación, bloqueos internos, exclusión de candidaturas o limitación de oportunidades, impidiendo que figuras con capacidades destacadas se desarrollen plenamente dentro de sus partidos o en la arena pública. Así, se prioriza la mediocridad y la lealtad ciega sobre la competencia y el mérito, afectando la renovación y el fortalecimiento de la democracia.