Una creciente ola de preocupación mundial se ha desatado luego de que medios y expertos independientes advirtieran sobre un supuesto posible impacto de un asteroide gigante en la Tierra el próximo 23 de septiembre, específicamente en una zona cercana a Puerto Rico o Cuba. El objeto celeste, conocido como 2014 UR116, ha sido el centro de múltiples especulaciones, alimentadas por predicciones no oficiales que advierten consecuencias catastróficas.
El asteroide, con un tamaño estimado de más de 300 metros de ancho, ha sido comparado con otros eventos astronómicos del pasado, como el impacto que hace 65 millones de años habría provocado la extinción de los dinosaurios. Sin embargo, científicos y astrónomos han reiterado que aunque el riesgo de impactos de gran magnitud no es inexistente, ocurren con una frecuencia muy baja, aproximadamente cada 10.000 a 100.000 años.
Por su parte, la NASA ha desmentido categóricamente la teoría de un impacto inminente. A través de un comunicado, la agencia espacial aseguró que no existe ningún asteroide conocido en trayectoria de colisión con la Tierra. Aunque reconocen que la órbita de estos cuerpos puede alterarse con el tiempo, en este caso no hay razón para alarmarse. La vigilancia continúa como parte del programa de defensa planetaria de la NASA.