El presidente Donald Trump aclaró este jueves que no amenazó con la pena de muerte a seis senadores demócratas, luego de que líderes de ese partido lo acusaran de incitar violencia contra los legisladores tras sus recientes declaraciones sobre “comportamiento sedicioso”.

La polémica estalló luego de que la senadora Elissa Slotkin, de Michigan, revelara que ha recibido casi mil amenazas en los últimos días, situación que obligó a redoblar su seguridad. “Me preocupa mi familia, mi equipo”, declaró la legisladora, al tiempo que dirigentes demócratas responsabilizaron al presidente de “retórica violenta” que, advirtieron, podría desencadenar hechos fatales.

Trump sostuvo que sus comentarios fueron una respuesta a una publicación de los seis congresistas demócratas, quienes, en referencia al despliegue militar en varias ciudades, hicieron un llamado a los soldados. Aunque los legisladores no especificaron a qué órdenes se referían, el mandatario afirmó que ese tipo de mensajes constituye “comportamiento sedicioso”, recordando que en el pasado este delito podía implicar la pena de muerte. No obstante, insistió en que no amenazó a nadie directamente.

La controversia escaló cuando Trump compartió en redes sociales una publicación de otro usuario que decía: “Cuélguenlos, George Washington lo habría hecho”, frase que aumentó las críticas demócratas y las preocupaciones por el clima de violencia política. Expertos señalan que, para configurarse una conspiración sediciosa, debe existir intención de organizar acciones violentas para socavar al gobierno, algo que los legisladores niegan.

En medio del intercambio de acusaciones, resurgen casos recientes de agresiones contra figuras de ambos partidos. Demócratas recuerdan el ataque a Paul Pelosi, esposo de la expresidenta de la Cámara, y los asesinatos de una pareja vinculada a dos legisladores de Minnesota. Los republicanos, por su parte, apuntan a la muerte del activista Charlie Kirk y a dos intentos de asesinato contra el propio Donald Trump ocurridos en Washington.

Mientras las tensiones políticas continúan, la senadora Slotkin pidió bajar el tono del debate público, advirtiendo que las amenazas, más que un ataque personal, representan un riesgo para la democracia.