Un video reciente muestra la fachada de la residencia del general Antonio Imbert Barrera, ubicada en la avenida Sarasota, donde se confirmó su fallecimiento en horas de la madrugada. El lugar, históricamente custodiado con estricta vigilancia militar debido a múltiples amenazas, vuelve a ser foco de atención. Imbert Barrera, sobreviviente del atentado que casi le cuesta la vida años atrás, es recordado como una de las figuras centrales en la muerte de Rafael Leónidas Trujillo, episodio clave en la historia dominicana.

En la grabación se observa la vista frontal que da acceso a la casa, mientras comentaristas rememoran el atentado que sufrió el general y su dramática huida herido hacia la Clínica Internacional en la calle México. Allí fue intervenido quirúrgicamente por un grupo de cirujanos amigos que lograron salvarle la vida. Ese mismo centro médico había atendido también a uno de los conjurados, un dato que siempre se ha considerado simbólico dentro de la historia de la conjura contra Trujillo.

La memoria histórica revive un detalle crucial: la noche del 2 de junio de 1961, apenas días después de la caída del dictador, Imbert se refugió en la casa de una familia italiana vinculada al consulado de Italia, poniendo en riesgo su propia seguridad y la de quienes lo acogieron. Ese mismo día relató con lujo de detalles cómo dieron muerte a Trujillo, un testimonio que décadas después sería clave para reconstruir el fin de una era. Hoy, frente a esa casa, la historia parece palpitar de nuevo.