Mujeres y trabajadoras de limpieza son las más afectadas por el impacto respiratorio
Un estudio realizado durante dos décadas por la Universidad de Bergen, en Noruega, concluyó que el uso constante de productos de limpieza puede generar daños pulmonares equivalentes a fumar una cajetilla de cigarrillos diaria durante un período de 10 a 20 años.
Especialistas consultados advierten que este impacto no se manifiesta de forma inmediata, sino que se acumula con el tiempo, afectando progresivamente la función respiratoria. “Cada vez que usas productos con cloro o amoníaco, e incluso cuando los mezclas, se produce una irritación en las vías aéreas que, a largo plazo, puede equivaler al efecto del tabaco”, explicó un médico.
El informe detalla que las consecuencias suelen ser silenciosas y, en muchos casos, irreversibles. Las mujeres resultaron las más afectadas debido a que sus pulmones son más pequeños, siendo las trabajadoras de limpieza profesional y las amas de casa las que registraron mayor deterioro.
Los expertos recomiendan reducir el uso de productos químicos agresivos y, en caso de manipularlos, utilizar mascarillas, guantes y asegurar una buena ventilación, como medidas preventivas para proteger la salud respiratoria.
Daños
El uso frecuente de productos de limpieza puede afectar seriamente la salud pulmonar. Investigaciones muestran que la exposición constante a químicos presentes en desinfectantes, limpiadores de baños y aerosoles puede causar inflamación en las vías respiratorias, irritación crónica y una disminución gradual de la función pulmonar. Según el estudio de la Universidad de Bergen, esta exposición prolongada equivaldría, en términos de daño, a fumar un paquete de cigarrillos al día durante 10 a 20 años, aumentando el riesgo de enfermedades respiratorias como bronquitis, asma y EPOC (enfermedad pulmonar obstructiva crónica).
Además, los efectos no siempre son inmediatos. Muchas personas pueden desarrollar síntomas lentamente, como tos persistente, dificultad para respirar o sensación de opresión en el pecho. Estos daños se acumulan con el tiempo y son más peligrosos en quienes ya presentan afecciones respiratorias o inmunológicas. Por eso, los expertos recomiendan usar guantes, mascarillas y ventilar bien los espacios al limpiar, así como optar por productos menos tóxicos o naturales para minimizar el impacto en los pulmones.