El número de víctimas mortales del devastador incendio ocurrido en el complejo residencial Wang Fuk Court, en Hong Kong, aumentó este domingo a 146, informó la Policía local tras concluir la búsqueda en cuatro de las siete torres afectadas. Las autoridades advirtieron que la cifra podría elevarse, ya que el paradero de alrededor de un centenar de residentes aún es incierto. Entre los heridos, 19 se encuentran en estado crítico, cuatro presentan quemaduras severas y 23 permanecen estables.

El jefe de la Unidad de Identificación de Víctimas, Cheng Ka-chun, explicó que las labores de rastreo se han visto obstaculizadas por la falta de visibilidad dentro de los edificios, donde numerosas áreas quedaron completamente calcinadas. Se estima que completar el registro de las zonas más dañadas podría tardar entre tres y cuatro semanas debido a la gravedad de los daños.

La tragedia ha desatado una ola de indignación social, luego de conocerse que los residentes habían expresado previamente preocupación por el riesgo de incendios y la inflamabilidad de la malla que recubría las torres desde septiembre de 2024, cuando iniciaron las obras de renovación. Las autoridades calificaron entonces el riesgo como “relativamente bajo”. Hasta el momento, hay 11 personas arrestadas, incluyendo miembros de la empresa constructora y de la consultora encargada de la supervisión de la obra.

El incendio, que comenzó el miércoles por la tarde y no fue extinguido hasta el viernes por la mañana, inició en la planta baja de uno de los edificios y se propagó rápidamente a siete de las ocho torres, de 31 pisos cada una. El complejo albergaba casi 2.000 miniapartamentos y alrededor de 4.600 habitantes. La Policía investiga la posibilidad de que la estructura externa de andamios de bambú, mallas protectoras y planchas de espuma de poliestireno en las ventanas haya acelerado el avance de las llamas. Además, las autoridades reconocieron fallos en el sistema de alarmas antiincendios.

Miles de personas acudieron este domingo a los alrededores del conjunto residencial para rendir homenaje a las víctimas con flores y mensajes de condolencia, en medio de un ambiente de profundo duelo. El suceso es considerado el más letal en Hong Kong desde 1948, cuando un incendio en un almacén dejó 176 víctimas mortales.

Mientras la población exige respuestas y responsabilidades, los llamados a una investigación independiente han sido blanco de censura. Una petición con más de 10.000 firmas fue eliminada de Internet, y su creador, el estudiante universitario Miles Kwan, de 24 años, fue detenido bajo sospecha de incitar a la sedición, según reportes del South China Morning Post. La Oficina para la Protección de la Seguridad Nacional acusó a “individuos antichinos” de difundir falsedades y generar división social al cuestionar la actuación del Gobierno durante la emergencia.