Durante su entrevista en Sábado Extraordinario, Shelow Shaq abordó de forma abierta la etapa de transformación que vive en su carrera musical. El artista explicó que su giro reciente hacia lo “underground” no responde a un capricho, sino a la necesidad de ofrecer opciones a un público diverso, recordando que sus inicios fueron precisamente en ese subgénero. Aseguró que sus temas comerciales le funcionaron muy bien, pero que no puede descuidar a quienes lo apoyaron desde el principio. “Yo tiro música, y la gente elige”, dijo, insistiendo en que ningún éxito ocurre por casualidad.

El intérprete también habló sobre las críticas a su transición musical y sobre el contraste entre su álbum altamente comercial —con colaboraciones de Wasson y Mozart La Para— y sus últimos sencillos urbanos, más crudos y callejeros. Sin entrar en detalles, reconoció que parte de esa energía provino de un conflicto pasajero con otro artista. A pesar de la polémica, afirmó que ya pasó la página. Asimismo, el presentador destacó que Shelow es muy distinto en persona a la imagen agresiva de sus letras: estudió, se formó, es un hombre familiar y mantiene una disciplina profesional que muchos desconocen.

Uno de los momentos más emotivos de la conversación fue cuando Shelow habló del sacrificio que implica ser padre dentro del mundo artístico. Describió lo difícil que es perderse momentos importantes por trabajo y cómo intenta equilibrar su rol profesional con la crianza. Contó que, por ejemplo, ese mismo día aún no había visto a sus hijos despiertos debido a compromisos nocturnos. El programa cerró con un gesto especial: el equipo sorprendió al artista trayendo a su familia al set como regalo por el Día de los Padres, destacando el pilar fundamental que representan en su vida.