Las intensas lluvias que azotaron Arizona durante el fin de semana dejaron al menos cuatro muertos, desaparecidos y severas inundaciones en varias localidades del estado. Ante la magnitud de los daños, la gobernadora Katie Hobbs declaró estado de emergencia en el condado de Gila, uno de los más afectados, para facilitar el despliegue de recursos y coordinar las labores de búsqueda y rescate.

Las precipitaciones superaron las tres pulgadas y media en algunas zonas, causando el colapso de calles, retrasos en operaciones aéreas y apagones generalizados. Las autoridades locales describieron las inundaciones en Globe, una de las ciudades más afectadas, como “catastróficas”. La Guardia Nacional de Arizona ha sido desplegada para asistir en las labores de rescate y remoción de escombros.

Los residentes del condado de Gila fueron instados a extremar precauciones, mientras se mantienen activas las operaciones de búsqueda de posibles personas desaparecidas. El estado de emergencia permitirá a las autoridades movilizar recursos estatales y federales de manera más rápida para atender a las comunidades afectadas.

Además de Arizona, las lluvias intensas también causaron daños en localidades del suroeste de EE. UU. y afectaron cerca de 300 viviendas en Iztapalapa, México, donde el agua acumulada alcanzó niveles significativos en menos de dos horas.

El cierre de semana en Arizona reflejó la fuerza de las tormentas, recordando la vulnerabilidad de la región ante eventos climáticos extremos y la necesidad de planes de emergencia robustos. Las autoridades meteorológicas advierten que se mantienen las condiciones de riesgo en algunas áreas, por lo que recomiendan a la población evitar zonas inundadas y mantenerse informada sobre actualizaciones oficiales.