Miguel, un joven oriundo de Dajabón, se entregó a las autoridades tras ser acusado por la Policía Nacional de haber participado en el robo de al menos 22 vehículos. Sin embargo, al ser entrevistado por medios locales, el implicado negó rotundamente haber participado en tantos robos y solo admitió haber sustraído cinco automóviles junto a otro joven, quien ya habría cumplido condena.
“Si yo me hubiese robado 22 carros, ¿usted me ve esta facha?”, dijo Miguel, cuestionando la magnitud de las acusaciones. Aseguró que nunca utilizó violencia ni armas para cometer los delitos y que los vehículos eran tomados en momentos de descuido, utilizando llaves falsas.
Miguel también justificó su entrega alegando que estaba prófugo por temor a represalias y amenazas contra su vida. “Yo vine porque me querían matar”, afirmó. Finalmente, pidió a las autoridades y a la ciudadanía que no se dejen llevar de rumores, exigiendo pruebas claras que lo vinculen a los otros robos que se le imputan.
Miguel explicó que los vehículos robados eran vendidos entre 70 y 80 mil pesos, aunque no ofreció mayores detalles sobre la red de compradores o posibles cómplices. Aseguró que ya se entregaron los cinco carros que él reconoce haber sustraído, y enfatizó que su intención al entregarse es enfrentar el proceso legal y aclarar su situación. “Estoy arrepentido. Por eso vine. No le hicimos daño a nadie”, declaró.
El joven también cuestionó el procedimiento de investigación de la Policía, insistiendo en que las acusaciones deben estar respaldadas por evidencia concreta. “Que busquen video donde aparezca mi cara. No solo se lleven de lo que diga la gente”, reiteró ante las cámaras, deslindándose de los otros casos que la uniformada le atribuye.
Hasta el momento, las autoridades no han ofrecido una respuesta oficial a las declaraciones de Miguel, pero confirmaron que el joven está bajo custodia y será procesado conforme a la ley. El caso ha generado atención pública debido al contraste entre la versión del acusado y la de los investigadores, abriendo interrogantes sobre la profundidad de la red delictiva y los métodos empleados para cometer los robos.