Oro no es, plata tampoco, pero si no das 30 pesos, no te lo comes. Así de simple está la situación con el plátano en República Dominicana. En mercados populares y colmados de barrio, este alimento básico ha alcanzado precios que lo convierten en artículo de lujo, provocando quejas, memes, teorías conspirativas… ¡y hasta debates existenciales sobre la cordura nacional! Comer mangú se ha vuelto un lujo de alta cocina, y el mofongo ya compite con el caviar.
El ministro de Agricultura justificó el alza con la sequía del año pasado, pero el pueblo no se lo traga completo. “Eso es especulación”, dicen los consumidores, mientras aseguran que con esos precios parece que los plátanos vienen importados de Suiza. Las redes sociales estallaron en creatividad: parodias, canciones, y hasta teorías de que el plátano “pone loco” al pueblo están circulando sin control.
Mientras tanto, las amas de casa hacen malabares con el presupuesto, y algunos sugieren alternativas más económicas como el yogurt o el arroz “pelao”. “Comerse un plátano hoy en día es como pagar una mensualidad”, comentó entre risas un ciudadano, mientras otro confesó que prefiere comérselo con cáscara y todo para sacarle el valor completo. ¿Está el país loco… o solo el plátano?