En el marco del Día Mundial de Concienciación sobre el Autismo, Rafael Gutiérrez realizó un llamado urgente al gobierno y la sociedad dominicana para atender de manera efectiva las necesidades de las personas dentro del espectro autista. Gutiérrez enfatizó que este no es un día de celebración, sino de reflexión y acción sobre la situación de los niños con autismo en la República Dominicana.
Señaló que, a pesar de la aprobación de la Ley 34-23 y su reglamento, la falta de asignación presupuestaria ha impedido su aplicación efectiva. Como resultado, las familias siguen enfrentando las mismas dificultades para acceder a una educación inclusiva y servicios adecuados para sus hijos. “En la República Dominicana, la inclusión educativa sigue siendo un privilegio y no un derecho garantizado”, lamentó Gutiérrez.
Uno de los problemas más graves que abordó es la falta de cupos en colegios y escuelas para niños con autismo, así como la escasez de docentes capacitados para atender sus necesidades. Además, el proceso de diagnóstico es tardío y poco accesible, especialmente en sectores vulnerables, lo que impide una intervención temprana y efectiva.
Otro aspecto crítico es el alto costo de la educación para niños con autismo. Gutiérrez reveló que una maestra acompañante puede costar entre 20,000 y 35,000 pesos mensuales, un gasto inalcanzable para muchas familias. A esto se suman los costos de terapias, medicamentos y diagnósticos, que muchas veces no están cubiertos por los seguros de salud.
Ante esta situación, instó al gobierno a tomar medidas concretas, entre ellas:
- Creación de un programa oficial de formación y pago para maestros acompañantes.
- Fiscalización de colegios que rechacen estudiantes con autismo.
- Inclusión real en los sistemas educativo y social, tanto público como privado.
- Ampliación de la cobertura de terapias y medicamentos en los seguros de salud.
- Campañas de sensibilización para erradicar el estigma sobre el autismo.
Gutiérrez concluyó su llamado con un mensaje claro: “La inclusión no es un favor, es un derecho. La educación debe ser para todos, independientemente de su condición. Es hora de que el Estado actúe y garantice el acceso real de estos niños a una vida digna y con oportunidades”.