Marino Zapete Explica el negocio que tenía el Asesor del Presidente Medina en el País
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El escándalo de corrupción que involucra a la empresa Odebrecht sigue revelando conexiones preocupantes con el gobierno dominicano, en particular con la administración del presidente Danilo Medina. Según el análisis de los periodistas Marino Zapete y Edith Febles, la trama de sobornos y financiamiento ilegal de campañas no solo afectó a países como Panamá, Perú y Angola, sino que también tuvo un impacto directo en la política dominicana.

Uno de los nombres clave en esta operación es el del asesor brasileño Joao Santana, quien dirigió la campaña presidencial de Medina en 2012 y permaneció vinculado a la comunicación del gobierno durante su gestión. Santana y su esposa Mónica Moura fueron arrestados en Brasil como parte de la investigación Lava Jato, que destapó la forma en que Odebrecht financiaba campañas políticas a cambio de contratos millonarios en obras públicas.

Según las declaraciones de Moura, Odebrecht destinaba fondos no contabilizados de forma legal a distintas campañas presidenciales en América Latina. Aunque ella mencionó específicamente a Venezuela y Angola, los periodistas dominicanos insisten en que las mismas prácticas ocurrieron en República Dominicana. “Si Odebrecht financió campañas en otros países a través de Joao Santana, ¿por qué aquí habría sido diferente?”, cuestionó Zapete.

Las pruebas que vinculan a Odebrecht con el gobierno de Medina no solo se limitan a la presencia de Santana como asesor de campaña. Desde 2012 hasta la fecha, todas las grandes obras de infraestructura en el país han sido adjudicadas a esta empresa brasileña. Entre los proyectos más costosos están la Hidroeléctrica Palomino, el Acueducto de Samaná, la Autopista del Coral, la Carretera Piedra Blanca-Cruce de Ocoa, y la Central Termoeléctrica Punta Catalina, esta última con un sobreprecio que supera los 1,000 millones de dólares en comparación con ofertas de otras compañías, como constructoras chinas.

Zapete y Febles destacaron que uno de los aspectos más oscuros de esta trama es la aparente complicidad del gobierno dominicano en ocultar los manejos financieros de Joao Santana. Cuando el escándalo estalló en Brasil, Santana abandonó abruptamente su trabajo en la campaña de reelección de Medina en 2016 y regresó a su país, donde fue detenido junto a su esposa. La pregunta clave es ¿por qué el gobierno dominicano evitó a toda costa hablar del tema?.

Además, los periodistas señalaron que Odebrecht aseguraba sus contratos a cambio de favores políticos, una estrategia que se repetía en todos los países donde operaba. La empresa sobornaba a altos funcionarios para garantizar que le adjudicaran las principales obras de infraestructura, sin importar si los costos eran excesivos o innecesarios.

El caso de Punta Catalina es el mejor ejemplo de este esquema de corrupción. Mientras una empresa china ofrecía construir la planta por 900 millones de dólares, el gobierno dominicano decidió adjudicar el contrato a Odebrecht por 2,040 millones, una cifra que ha generado serias dudas sobre el manejo de fondos públicos y posibles sobornos a funcionarios dominicanos.

Para Zapete y Febles, es inaceptable que en países como Perú, Panamá y Brasil ya se estén procesando a los responsables de este entramado de corrupción, mientras que en República Dominicana las autoridades han evitado cualquier investigación seria. A pesar de las múltiples denuncias, el tema sigue siendo un tabú dentro del gobierno de Medina, y la prensa oficialista ha tratado de minimizar su impacto.

Los periodistas concluyeron que, tarde o temprano, la verdad saldrá a la luz. La cantidad de contratos asignados a Odebrecht en el país y la vinculación de Joao Santana con la campaña de Danilo Medina no pueden ser ignoradas indefinidamente. Mientras en otros países se persigue la corrupción con fuerza, en República Dominicana la población sigue esperando respuestas. La gran incógnita sigue siendo cuándo explotará la verdad y quiénes caerán con ella.