Un vídeo impactante ha vuelto a sacudir a la comunidad de Guerra, esta vez mostrando cómo la carne de caballo está siendo comercializada como carne de res. Aunque estas denuncias no son nuevas, la gravedad de la situación ha llevado a periodistas a investigar la zona señalada. En el municipio, se escuchan numerosos relatos de personas que han perdido sus caballos en circunstancias sospechosas, lo que ha generado un sentimiento de indignación y preocupación entre los habitantes.

Según testimonios recogidos, las matanzas de caballos han aumentado en los últimos tres años, con un modus operandi caracterizado por desmembramientos y abandono de los restos en áreas montañosas. Este método, que deja prácticamente solo los huesos de los equinos, sugiere un interés específico en la carne de estos animales por parte de los cuatreros involucrados.

En un caso anterior, 77 propietarios de caballos llevaron el asunto a la justicia, lo que condujo al descubrimiento de 26 mataderos clandestinos en la zona. Los responsables fueron llevados a la justicia, con uno de los principales involucrados, Francisco Navarro Villa, siendo condenado a cinco años de prisión y al pago de una indemnización a los afectados.

A pesar de estos esfuerzos por desmantelar la red de tráfico de carne de caballo, aún persisten dudas sobre la cadena de suministro y la responsabilidad de los puntos de venta. Se investiga si algunas carnicerías están adquiriendo carne de fuentes no autorizadas, lo que podría alimentar este oscuro negocio ilegal.

Ante estas revelaciones, las autoridades locales y nacionales están llamadas a tomar medidas urgentes para garantizar la seguridad alimentaria y el bienestar animal en la región. La comunidad espera una respuesta contundente para poner fin a esta práctica fraudulenta que pone en peligro la salud pública y el respeto por los derechos de los animales.