El comunicador Julio Alberto valoró este lunes el giro que está dando la situación en Haití, tras la iniciativa del Congreso de los Estados Unidos para sancionar a las élites políticas y económicas que, según denuncias, respaldan a las bandas criminales. Durante su intervención, Alberto señaló que Jimmy Cherizier, alias “Barbecue”, líder de la banda más temida del país caribeño, ya comienza a mostrarse dispuesto al diálogo, en un intento por evitar ser objetivo de las nuevas sanciones.
“Esto lo dice Barbecue anticipándose a la decisión del Congreso de los Estados Unidos. Sabe el peligro que representa para su cabeza”, expresó Julio Alberto, refiriéndose a una reciente entrevista concedida por el cabecilla criminal a una periodista australiana. “Está sacando su bandera blanca diciendo que quiere reconciliación, que quiere diálogo. Ya se está vendiendo como un revolucionario que busca salvar al pueblo haitiano”.
El comunicador explicó que esta apertura al diálogo se produce en el marco de la propuesta legislativa “Criminal Collusion Transparency Act of Haiti”, impulsada por senadores demócratas y republicanos, que busca sancionar a quienes apoyan bandas haitianas. También resaltó que otros líderes de bandas haitianas, han comenzado a justificarse públicamente, negando su participación en crímenes y asegurando que su objetivo es proteger al pueblo.
Para Julio Alberto, este aparente cambio de postura por parte de los líderes criminales es señal de que “los días de impunidad podrían estar contados”, y representa un halo de esperanza no solo para Haití, sino para toda la región. “Para garantizar la estabilidad de los Estados Unidos y del Caribe, hay que estabilizar Haití”, sentenció.
Finalmente, citando al autor Jared Diamond, recordó que 21 de los 22 presidentes haitianos entre 1843 y 1915 fueron asesinados o derrocados, y consideró que la historia del país demuestra que no está listo para un sistema democrático liberal sin antes lograr un mínimo de institucionalidad.
Por ello, respaldó una eventual intervención internacional armada, ya sea bajo el amparo de la OEA o de la ONU, como única vía realista para pacificar Haití y sentar las bases para su reconstrucción.
“Ahora podemos decir, a raíz de estas declaraciones de los senadores de EE. UU., que Haití tiene quien le escriba”, concluyó.