En una entrevista exclusiva con Nuria Piera, el dirigente sindical y exmilitar Blas Peralta negó rotundamente haber disparado contra el vehículo donde murió el catedrático universitario Mateo Febrillet. Visiblemente alterado, expresó su pesar por la muerte del académico, a quien calificó como “amigo y consejero”, y sostuvo que el incidente entre él y el diputado Eduardo Montás fue solo una discusión que terminó en agresión física, pero sin consecuencias mayores en ese momento.

Según su versión, tras ser abofeteado, salió del lugar e intentó seguir a Montás para “hablar”, pero asegura que no portaba armas ni tenía intención de agredirlo. Reconoció que iba en su vehículo detrás del del diputado, pero que lo perdió de vista rápidamente y se devolvió al Lago Enriquillo antes de marcharse a Jarabacoa con su familia. Enterado más tarde del atentado contra Febrillet, afirma no saber quién disparó, y dejó abierta la posibilidad de que algún simpatizante suyo pudiera estar implicado, aunque sin evidencia.

Peralta sostuvo que se entregaría a las autoridades al día siguiente y pidió una investigación exhaustiva que determine responsabilidades reales. “Yo no voy a pagar por un crimen que no cometí”, afirmó. Dijo estar dispuesto a colaborar con la justicia y aseguró que su entorno también está investigando internamente si alguien vinculado al movimiento político que dirigía participó en el hecho. Nuria Piera le recordó que cámaras de seguridad podrían contradecir o confirmar su versión.