El desabastecimiento de productos de primera necesidad en Venezuela continúa afectando de manera crítica a la población. Las interminables filas en los supermercados se han convertido en el reflejo más doloroso de la crisis. “Hoy lo hago por mi hija, por mí y por todas las personas mayores de tercera edad”, expresó una ciudadana en medio de la espera. La escasez, sumada a la inflación, mantiene en vilo a millones de familias que piden un referéndum como salida política a la situación.

Diversos analistas señalan que el gobierno se sostiene principalmente gracias al apoyo de la cúpula militar. “La clave para gobernar este proceso revolucionario era el trípode de líder, ejército y pueblo. El líder murió, el pueblo ya no lo tiene, lo único que le queda es el ejército”, afirmó un experto consultado por América TV. La falta de confianza ciudadana se refleja en todas las encuestas, donde la deslegitimación del oficialismo avanza de manera acelerada.

En las zonas fronterizas con Colombia, la reapertura parcial de la línea limítrofe ha sido un alivio. Durante tres días, cientos de venezolanos cruzaron para abastecerse de alimentos y productos básicos que no encuentran en su país. “Es un beneficio para todos los hogares venezolanos poder pasar a Colombia y comprar lo que aquí falta”, dijo una madre de familia. Por ahora, las autoridades mantienen el cierre nocturno, aunque la población insiste en que la medida debería extenderse de forma indefinida.