El Seibo.– La señora Erika Santana denunció el robo de más de 30 vacas, entre toros y becerros de distintas razas, ocurrido en una finca ubicada en el paraje Paso Colones, en la provincia El Seibo. La denuncia fue realizada a través de la línea de reportes ciudadanos de WhatsApp, y ha generado preocupación entre productores de la zona, quienes afirman que este tipo de delitos son cada vez más frecuentes.
Santana indicó que el valor total de los animales sustraídos supera los 3 millones de pesos, y lamentó que, a pesar de la magnitud del robo, aún no se tienen pistas claras sobre el paradero del ganado. Hizo un llamado urgente a las autoridades competentes para que actúen con celeridad, patrullen la zona y frenen esta modalidad de crimen rural que afecta gravemente la economía de las familias agricultoras.
Como parte de sus esfuerzos para recuperar los animales, la familia Santana está ofreciendo una recompensa de 300,000 pesos a cualquier persona que proporcione información verídica y útil que permita dar con los responsables o ubicar el ganado. Para tales fines, compartieron el número de contacto 809-276-1510.
Residentes del lugar coinciden en que el robo de ganado se ha convertido en una práctica común en la zona, afectando a múltiples productores y generando temor. “No se puede seguir trabajando en el campo con esta inseguridad. Lo que uno cría durante años, lo pierden en una noche”, expresó otro agricultor de la zona.
Robo de vacas
En República Dominicana, el robo de ganado —conocido comúnmente como “abigeato”— es considerado un delito grave y está tipificado en el Código Penal Dominicano. Las penas por este tipo de robo pueden oscilar entre tres a diez años de prisión, dependiendo de las circunstancias, el valor de los animales sustraídos, y si el hecho fue cometido en banda o con violencia. Este delito afecta directamente al sector agropecuario y a la seguridad económica de las familias rurales, por lo que en muchas ocasiones los jueces imponen sanciones severas como medida ejemplarizante.
Además de la prisión, los responsables pueden enfrentar multas y la obligación de resarcir los daños causados, lo cual incluye el valor del ganado robado. En los últimos años, debido al incremento de casos en zonas como El Seibo, Monte Plata y otras provincias ganaderas, las autoridades han prometido mayor vigilancia rural y la creación de unidades especializadas para perseguir este tipo de crimen. Sin embargo, ganaderos y productores aún denuncian impunidad e insuficiente respuesta estatal.