Washington, 4 de octubre, 2025 — Estados Unidos llevó a cabo hoy su cuarto ataque contra una embarcación venezolana presuntamente vinculada al narcotráfico, marcando la primera operación desde que el presidente Trump declaró ante el Congreso que el país se encuentra en un conflicto armado no internacional contra los carteles de drogas.
El secretario de Defensa, Pete Hegseth, anunció la acción y confirmó la muerte de los cuatro ocupantes del bote, quienes según informes transportaban drogas. Hegseth afirmó que estas operaciones forman parte de un esfuerzo continuo para frenar el flujo de narcóticos hacia Estados Unidos.
Por su parte, la vicepresidenta de Venezuela calificó la acción como una “agresión guerrista” de Washington, advirtiendo que no solo afecta a su país, sino que tiene repercusiones para toda la región del Caribe.
Expertos en seguridad marítima alertan que estas operaciones podrían aumentar las tensiones en la región y afectar el comercio y la navegación en el Caribe. Algunos analistas temen que ataques de este tipo puedan generar incidentes internacionales más graves si se repiten con frecuencia.
Organizaciones humanitarias han manifestado preocupación por la falta de transparencia en los informes de víctimas y daños colaterales. Señalan que la población civil podría verse atrapada en estos enfrentamientos y que se necesitan protocolos claros para minimizar riesgos.
Mientras tanto, el Congreso estadounidense debate la autorización de operaciones militares en aguas internacionales contra redes de narcotráfico, con legisladores divididos entre la necesidad de seguridad y los riesgos de escalada militar. La administración Trump sostiene que estas acciones son legales y necesarias para proteger la seguridad nacional.
Venezuela ha anunciado que elevará el caso ante organismos internacionales, incluyendo la ONU y la OEA, para denunciar lo que considera una violación a su soberanía. La diplomacia regional se mantiene en alerta ante la posibilidad de que se intensifiquen las confrontaciones.
Analistas advierten que, de continuar este patrón de ataques, podría generarse una carrera armamentista en el Caribe, con implicaciones directas para la seguridad de puertos, rutas comerciales y las operaciones de pesca. Se espera que en los próximos días se den nuevas declaraciones de ambos gobiernos.