Corea del Norte elogió públicamente las tácticas suicidas de sus tropas desplegadas en Ucrania, justo días antes de la esperada reunión entre su líder Kim Jong-un y el presidente ruso Vladimir Putin en Pekín. A través de su televisión estatal KCTV, Pyongyang mostró videos de combatientes inmolándose con explosivos, actuando como escudos humanos y bloqueando drones enemigos con sus cuerpos.
El régimen norcoreano ha defendido anteriormente estas tácticas, presentándolas como un acto de heroísmo y lealtad extrema. Según informes, estas estrategias se han empleado para evitar la captura por las fuerzas ucranianas y ahora son glorificadas como un ejemplo del sacrificio militar.
La difusión del video coincide con la visita de Kim a Pekín para asistir al desfile militar que conmemora el 80 aniversario del fin de la Segunda Guerra Mundial, evento al que también asistirán Putin y otros líderes internacionales. Analistas advierten que esta muestra de apoyo a Rusia podría reforzar los lazos militares y estratégicos entre ambos países.
Expertos en seguridad internacional consideran que el respaldo público de Pyongyang a las tácticas suicidas rusas podría intensificar las tensiones en la región de Europa del Este. Este gesto llega en un momento en que Moscú busca apoyo diplomático y militar en su conflicto con Ucrania, y la participación de Kim en la cumbre podría consolidar una alianza simbólica entre Corea del Norte y Rusia.
Por otro lado, la propaganda norcoreana no solo busca reforzar la imagen de heroísmo de sus combatientes, sino también enviar un mensaje a la comunidad internacional sobre su disposición a asumir riesgos extremos en defensa de sus aliados. Analistas advierten que este tipo de discursos aumenta la percepción de Pyongyang como un actor impredecible en el escenario mundial.
Además, el video emitido por KCTV llega en medio de un contexto de crecientes sanciones y presiones internacionales contra Corea del Norte, que sigue desarrollando su arsenal militar y nuclear. Con esta estrategia mediática, Pyongyang pretende proyectar fuerza interna y externa, consolidando la figura de Kim Jong-un como líder supremo y reafirmando su postura de confrontación frente a Occidente.